.. Quizá la autoria sea suya, o quiza no, pero cuando escucho esta sentencia mil veces repetida, me estremezco al oirla
"El flamenco se escribe con faltas de ortografías"
Y a este gitano que de pequeño le dijeron que por su color negruzco, parecía un pino arrancao, le volvió a salir otra frase lapidaria de su boca,
"mi cante salio sin pulir"
Este lunes 8 de Abril, se le ha tributado un mas que merecido homenaje, en el sevillano teatro Lopez de Vega, como reconocimiento a una trayectoria que es paradigma de la de muchos de los artistas de su generación. Una carrera hecha con muchas fatigas y pocas ocasiones para el relumbrón, que bien merece el reconocimiento de todo el mundo flamenco. Este es el tributo que todos los aficionados tiene en deuda con este gitano de voz ronca, de "andar descalzo". Una muestra de este tributo, fue el cartel de este homenaje, compuesto por jóvenes cantaores. El promotor de este evento fue, Miguel Poveda, y junto a el estuvieron, el onubense Arcangel, el chiclanero Antonio Reyes, Kiko Peña, Rancapino hijo, Juan Villar, las guitarras de Paco Cepero, Niño Jero, Antonio Higuero, Manuel Valencia y Jesús Guerrero; las palmas de Diego Montoya, Tate Núñez y Carlos Grilo, y la percusión de Paquito González, y la colaboracion de Matilde Coral en el fin de fiesta.
-¿Cómo nace este homenaje?
-Pues porque Miguel (Poveda) es un gran compañero y un gran amigo. Hace como un año él me prometió que me iba a organizar un homenaje porque él es un enamorado de mi arte y, bueno, pues ha cumplido. Miguel, además de ser un cantaor de los que salen uno o dos cada dos siglos, es un gran entendido y quiere al flamenco y se preocupa. A mí me gusta mucho su cante porque hace una de las cosas más difíciles en el flamenco que son los cantes de ritmo, los borda, no se pierde, los hace con gusto. Y, como te decía, es un gran aficionado y distingue y sabe mucho de la cultura flamenca. Digo yo que habrá pensado él que me lo merezco. -Bueno, también colaboró usted en su disco 'Artesano'...
-Sí, sí, con unas bulerías muy bonitas. Allí ya hablamos esto del homenaje. Pero yo conocí a Miguel hace más tiempo, en Madrid, estaba yo en una cosa de Juan Habichuela y él estaba por allí. Me miraba mucho, me escuchaba, porque Miguel es un hombre muy respetuoso, y después ya se acercó, tatareaba cosas mías, y me escuchó canturrear muy serio, porque él es bastante serio pero se emocionó. Tiene mucha categoría Miguel.
-El homenaje es en el teatro Lope de Vega, ¿qué recuerdos le trae el espacio sevillano?
-Ojú chiquilla, un montón. Y muy buenos. Es un pedazo de teatro con mucha solera. Me acuerdo cantando con Camarón... Pero ahora mismo de lo que más me acuerdo es de un espectáculo que hizo Ortiz Nuevo allí sobre la tierra donde participábamos muchos cantaores. Y yo fui para allá en un Mercedes así de esos antiguos y muy bonito que yo tenía, un Mercedes precioso, y me metí dentro de una fuente. (Rancapino ríe con toda la boca y con todos los ojos). -¡Y eso cómo fue!
-Pues no sé hija. Yo sé que me metí dentro de la fuente con el coche. Lo llevaba a él (su hijo Luis está presente en esta reunión) que era chico, tendría unos 9 o 10 años, atrás dormidito. No veas qué ange, bueno, y qué susto también.
-Usted ha vivido del flamenco, ¿ahora se vive igual de bien?
-Qué va, qué va... El flamenco está bastante olvidado porque la situación está muy mala, está mala para todo el mundo, es verdad, pero el flamenco lo está padeciendo mucho. Hace 15 años uno podía vivir del cante bien, se trabajaba mucho, ahora los flamencos llevamos una racha muy mala. Todos lo están pasando mal...
-¿Y usted?
-Sí, sí, yo mismo también, los mayores sobre todo lo estamos pasando mal. Pero esto del homenaje es bueno, es alegre...
-¿Hay respeto por los veteranos del cante?
-A ver, creo que sí, no es que no haya, pero cada vez queda menos gente entendida. También hay nuevos valores, pero no son lo mismo... Por lo menos por ahora. Esos cantaores de bronce se han perdido, esa Perla, esas Fernanda y Bernarda, Agujetas, Caracol, por supuesto... También ya quedan pocos de esos veteranos, como tú dices, y creo que a los que quedan hay que cuidarlos más. También los jóvenes tienen poco sitios donde escuchar.
-Eso es cierto, se han ido perdiendo los buenos bujíos.
-Y la juerga y los sitios donde buscarse la vida. Mira, yo me acuerdo que no teníamos que salir de la Venta de Vargas para que te salieran cosas. Venían a buscarte allí para los contratos porque sabía la gente que era un sitio donde nos juntábamos, donde estábamos los flamencos. Y donde los más jóvenes, nosotros entonces, íbamos allí a escuchar a los mayores.
-¿Dónde va usted ahora cuando quiere escuchar algo bueno?
-A mi casa a ponerme discos de los antiguos. Porque ya en la calle me hago un lío. No sé dónde ir. Así que me pongo los cantes de Manolo Vargas, de Caracol, Juan Talega...
-Para usted, ¿Caracol por encima de todo?
-Caracol era mi ídolo, donde yo me miraba.
-¿Y Camarón?
-Camarón era mi compañero, un superdotado y un fuera de serie. El cantaor del siglo pasado, de este siglo y del que viene.
Entrevista a Alonso Nuñez "Rancapino", en el programa radiofonico de Madrid : Yo sueno a flamenco
Fotografías extraidas del blog de Paco Sanchez
Fotografías extraidas del blog de Paco Sanchez
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